jueves, 10 de enero de 2013

La Creación (Historia Bíblica)


La Creación (Historia Bíblica)

La palabra Divina de Dios nos da la narración histórica de la creación la cual podemos considerar fiel y verdadera, por lo mismo la única que puede ser enseñada en la iglesia.
Sabemos que al inicio el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo como uno solo en Dios, fueron los artífices de la obra que conocemos como la Creación, todo esto realizado por orden de Dios a través del Espíritu Santo y depositado en Jesucristo.
Gén 1:1  En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Heb 1:10  Y: Tú,  oh Señor,  en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.
Jua 1:1  En el principio era el Verbo,  y el Verbo era con Dios,  y el Verbo era Dios.
Jua 1:2  Este era en el principio con Dios.
Jua 1:3  Todas las cosas por él fueron hechas,  y sin él nada de lo que ha sido hecho,  fue hecho.
1Jn 1:1  Lo que era desde el principio,  lo que hemos oído,  lo que hemos visto con nuestros ojos,  lo que hemos contemplado,  y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida
Efe 2:10  Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Gén 1:2  Y la tierra estaba desordenada y vacía,  y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo,  y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Isa 45:7  que formo la luz y creo las tinieblas,  que hago la paz y creo la adversidad.  Yo Jehová soy el que hago todo esto.
Pro 8:24  Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas.
Isa 14:15  Mas tú derribado eres hasta el Seol,  a los lados del abismo.
Apo 9:11  Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo,  cuyo nombre en hebreo es Abadón,  y en griego,  Apolión.
Gén 1:3  Y dijo Dios: Sea la luz;  y fue la luz.
Sal 33:9  Porque él dijo,  y fue hecho; El mandó,  y existió.
Heb 11:3  Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios,  de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
2Co 4:6  Porque Dios,  que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz,  es el que resplandeció en nuestros corazones,  para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Sal 118:27  Jehová es Dios,  y nos ha dado luz; Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar.
Gén 1:4  Y vio Dios que la luz era buena;  y separó Dios la luz de las tinieblas.
Isa 45:7  que formo la luz y creo las tinieblas,  que hago la paz y creo la adversidad.  Yo Jehová soy el que hago todo esto.
2Co 4:6  Porque Dios,  que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz,  es el que resplandeció en nuestros corazones,  para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Jua 1:5  La luz en las tinieblas resplandece,  y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Ecl 2:13  Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad,  como la luz a las tinieblas.
Pro 3:20  Con su ciencia los abismos fueron divididos, Y destilan rocío los cielos.
Gén 1:5  Y llamó Dios a la luz Día,  y a las tinieblas llamó Noche.  Y fue la tarde y la mañana un día.
Jer 33:20  Así ha dicho Jehová: Si pudiereis invalidar mi pacto con el día y mi pacto con la noche,  de tal manera que no haya día ni noche a su tiempo,
Gén 1:6  Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas,  y separe las aguas de las aguas.
Gén 7:11  El año seiscientos de la vida de Noé,  en el mes segundo,  a los diecisiete días del mes,  aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo,  y las cataratas de los cielos fueron abiertas,
Pro 8:28  Cuando afirmaba los cielos arriba, Cuando afirmaba las fuentes del abismo;
Sal 148:4  Alabadle,  cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos.
Apo 4:6  Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal;  y junto al trono,  y alrededor del trono,  cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
Sal 104:3  Que establece sus aposentos entre las aguas, El que pone las nubes por su carroza, El que anda sobre las alas del viento;
Gén 1:7  E hizo Dios la expansión,  y separó las aguas que estaban debajo de la expansión,  de las aguas que estaban sobre la expansión.  Y fue así.
La palabra nos indica que Dios creó a sus ejércitos en los cielos los cuales obedecen sus ordenes y le alaban, también nos dice que los únicos seres que habitan con Dios en los cielos son los ángeles con su diversidad de variedades y de los cuales un grupo pecara contra Dios convirtiéndose en los demonios.
Gén 1:8  Y llamó Dios a la expansión Cielos.  Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
Jer 10:12  El que hizo la tierra con su poder,  el que puso en orden el mundo con su saber,  y extendió los cielos con su sabiduría;
Neh 9:6  Tú solo eres Jehová;  tú hiciste los cielos,  y los cielos de los cielos,  con todo su ejército,  la tierra y todo lo que está en ella,  los mares y todo lo que hay en ellos;  y tú vivificas todas estas cosas,  y los ejércitos de los cielos te adoran.
2Re 19:15  Y oró Ezequías delante de Jehová,  diciendo: Jehová Dios de Israel,  que moras entre los querubines,  sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra;  tú hiciste el cielo y la tierra.
Gén 2:1  Fueron,  pues,  acabados los cielos y la tierra,  y todo el ejército de ellos.
Deu 4:19  No sea que alces tus ojos al cielo,  y viendo el sol y la luna y las estrellas,  y todo el ejército del cielo,  seas impulsado,  y te inclines a ellos y les sirvas;  porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
Deu 17:3  que hubiere ido y servido a dioses ajenos,  y se hubiere inclinado a ellos,  ya sea al sol,  o a la luna,  o a todo el ejército del cielo,  lo cual yo he prohibido;
Sal 33:6  Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
Isa 40:26  Levantad en alto vuestros ojos,  y mirad quién creó estas cosas;  él saca y cuenta su ejército;  a todas llama por sus nombres;  ninguna faltará;  tal es la grandeza de su fuerza,  y el poder de su dominio.
Isa 45:12  Yo hice la tierra,  y creé sobre ella al hombre.  Yo,  mis manos,  extendieron los cielos,  y a todo su ejército mandé.
Luc 2:13  Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales,  que alababan a Dios,  y decían:
Luc 2:14  ¡Gloria a Dios en las alturas,
 Y en la tierra paz,  buena voluntad para con los hombres!
Luc 2:15  Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo,  los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos,  pues,  hasta Belén,  y veamos esto que ha sucedido,  y que el Señor nos ha manifestado.
Isa 6:2  Por encima de él había serafines;  cada uno tenía seis alas;  con dos cubrían sus rostros,  con dos cubrían sus pies,  y con dos volaban.    
Isa 37:16  Jehová de los ejércitos,  Dios de Israel,  que moras entre los querubines,  sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra;  tú hiciste los cielos y la tierra.     
Col 1:16  Porque en él fueron creadas todas las cosas,  las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,  visibles e invisibles;  sean tronos,  sean dominios,  sean principados,  sean potestades;  todo fue creado por medio de él y para él.
Jud 1:9  Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo,  disputando con él por el cuerpo de Moisés,  no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él,  sino que dijo:  El Señor te reprenda.
Luc 1:26  Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,  llamada Nazaret,
Eze 9:3  Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín,  sobre el cual había estado,  al umbral de la casa;  y llamó Jehová al varón vestido de lino,  que tenía a su cintura el tintero de escribano,
Hch 7:42  Y Dios se apartó,  y los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo;  como está escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios En el desierto por cuarenta años,  casa de Israel?
Eze 28:16  A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad,  y pecaste;  por lo que yo te eché del monte de Dios,  y te arrojé de entre las piedras del fuego,  oh querubín protector.
Lev 16:10  Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel,  lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él,  para enviarlo a Azazel al desierto.
Isa 34:4  Y todo el ejército de los cielos se disolverá,  y se enrollarán los cielos como un libro;  y caerá todo su ejército,  como se cae la hoja de la parra,  y como se cae la de la higuera.
Isa 34:5  Porque en los cielos se embriagará mi espada;  he aquí que descenderá sobre Edom en juicio,  y sobre el pueblo de mi anatema.
Al crearse la tierra esta adquiere las características que conocemos actualmente de ser esférica, estar sostenida sobre el vacio y de tener un centro a alta temperatura.
Gén 1:9  Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar,  y descúbrase lo seco.  Y fue así.
Pro 8:27  Cuando formaba los cielos,  allí estaba yo;
 Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo;
Job 26:7  El extiende el norte sobre vacío, Cuelga la tierra sobre nada.
Job 28:5  De la tierra nace el pan, Y debajo de ella está como convertida en fuego.
Gén 1:10  Y llamó Dios a lo seco Tierra,  y a la reunión de las aguas llamó Mares.  Y vio Dios que era bueno.
Job 26:10  Puso límite a la superficie de las aguas, Hasta el fin de la luz y las tinieblas.
Job 38:8   ¿Quién encerró con puertas el mar, Cuando se derramaba saliéndose de su seno,
Job 38:9  Cuando puse yo nubes por vestidura suya, Y por su faja oscuridad,
Job 38:10  Y establecí sobre él mi decreto, Le puse puertas y cerrojo,
Job 38:11  Y dije: Hasta aquí llegarás,  y no pasarás adelante, Y ahí parará el orgullo de tus olas?
Sal 24:1  De Jehová es la tierra y su plenitud;  El mundo,  y los que en él habitan.
Sal 24:2  Porque él la fundó sobre los mares,  Y la afirmó sobre los ríos.
Sal 33:7  El junta como montón las aguas del mar; El pone en depósitos los abismos.
Sal 95:5  Suyo también el mar,  pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca.
Sal 104:5  El fundó la tierra sobre sus cimientos; No será jamás removida.
Sal 104:6  Con el abismo,  como con vestido,  la cubriste; Sobre los montes estaban las aguas.
Sal 104:7  A tu reprensión huyeron; Al sonido de tu trueno se apresuraron;
Sal 104:8  Subieron los montes,  descendieron los valles, Al lugar que tú les fundaste.
Sal 104:9  Les pusiste término,  el cual no traspasarán, Ni volverán a cubrir la tierra.
Sal 136:6  Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia.
Pro 8:29  Cuando ponía al mar su estatuto, Para que las aguas no traspasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra,
Jer 5:22   ¿A mí no me temeréis?  dice Jehová.   ¿No os amedrentaréis ante mí,  que puse arena por término al mar,  por ordenación eterna la cual no quebrantará?  Se levantarán tempestades,  mas no prevalecerán;  bramarán sus ondas,  mas no lo pasarán.
2Pe 3:5  Estos ignoran voluntariamente,  que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos,  y también la tierra,  que proviene del agua y por el agua subsiste,
2Pe 3:6  por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua;
Gén 1:11  Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde,  hierba que dé semilla;  árbol de fruto que dé fruto según su género,  que su semilla esté en él,  sobre la tierra.  Y fue así.
Gén 1:12  Produjo,  pues,  la tierra hierba verde,  hierba que da semilla según su naturaleza,  y árbol que da fruto,  cuya semilla está en él,  según su género.  Y vio Dios que era bueno.
Sal 104:14  El hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre, Sacando el pan de la tierra,
Sal 104:15  Y el vino que alegra el corazón del hombre, El aceite que hace brilla el rostro, Y el pan que sustenta la vida del hombre.
Sal 104:16  Se llenan de savia los árboles de Jehová, Los cedros del Líbano que él plantó.
Sal 104:17  Allí anidan las aves; En las hayas hace su casa la cigüeña.
Mat 6:30  Y si la hierba del campo que hoy es,  y mañana se echa en el horno,  Dios la viste así,  ¿no hará mucho más a vosotros,  hombres de poca fe?
Heb 6:7  Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella,  y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada,  recibe bendición de Dios;
Isa 55:10  Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve,  y no vuelve allá,  sino que riega la tierra,  y la hace germinar y producir,  y da semilla al que siembra,  y pan al que come,
Gén 1:13  Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
Gén 1:14  Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche;  y sirvan de señales para las estaciones,  para días y años,
Gén 1:15  y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra.  Y fue así.
Gén 1:16  E hizo Dios las dos grandes lumbreras;  la lumbrera mayor para que señorease en el día,  y la lumbrera menor para que señorease en la noche;  hizo también las estrellas.
Gén 1:17  Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
Gén 1:18  y para señorear en el día y en la noche,  y para separar la luz de las tinieblas.  Y vio Dios que era bueno.
Sal 8:3  Cuando veo tus cielos,  obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste,
Sal 74:16  Tuyo es el día,  tuya también es la noche; Tú estableciste la luna y el sol.
Sal 104:19  Hizo la luna para los tiempos;  El sol conoce su ocaso.
Sal 136:7  Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia.
Sal 136:8  El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia.
Sal 136:9  La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia.
Jer 31:35  Así ha dicho Jehová,  que da el sol para luz del día,  las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche,  que parte el mar,  y braman sus ondas;  Jehová de los ejércitos es su nombre:
Jer 33:25  Así ha dicho Jehová: Si no permanece mi pacto con el día y la noche,  si yo no he puesto las leyes del cielo y la tierra,
Sal 74:17  Tú fijaste todos los términos de la tierra; El verano y el invierno tú los formaste.
Gén 1:19  Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
Gén 1:20  Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes,  y aves que vuelen sobre la tierra,  en la abierta expansión de los cielos.
Gén 1:21  Y creó Dios los grandes monstruos marinos,  y todo ser viviente que se mueve,  que las aguas produjeron según su género,  y toda ave alada según su especie.  Y vio Dios que era bueno.
Gén 1:22  Y Dios los bendijo,  diciendo: Fructificad y multiplicaos,  y llenad las aguas en los mares,  y multiplíquense las aves en la tierra.
Sal 104:25  He allí el grande y anchuroso mar, En donde se mueven seres innumerables, Seres pequeños y grandes.
Gén 1:23  Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
Gén 1:24  Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género,  bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie.  Y fue así.
Dios crea a todo lo existente aun a aquellos seres que se rebelaron contra Dios, así la serpiente tras su pecado seria transformada en un ser que se arrastra sobre la tierra.
Gén 1:25  E hizo Dios animales de la tierra según su género,  y ganado según su género,  y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie.  Y vio Dios que era bueno.
Job 12:10  En su mano está el alma de todo viviente, Y el hálito de todo el género humano.
Job 26:13  Su espíritu adornó los cielos; Su mano creó la serpiente tortuosa.
Gén 1:26  Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,  conforme a nuestra semejanza;  y señoree en los peces del mar,  en las aves de los cielos,  en las bestias,  en toda la tierra,  y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Dios en el Plan de La Iglesia de Cristo crea por amor a la humanidad para destinarlos a ser coparticipes del Amor de Dios, convertirse en sus hijos, seres en su Divinidad y alabarle por la eternidad.
Gén 1:27  Y creó Dios al hombre a su imagen,  a imagen de Dios lo creó;  varón y hembra los creó.
Sal 100:3  Reconoced que Jehová es Dios;  El nos hizo,  y no nosotros a nosotros mismos;  Pueblo suyo somos,  y ovejas de su prado.
Isa 43:7  todos los llamados de mi nombre;  para gloria mía los he creado,  los formé y los hice.
Efe 2:10  Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
La vida no es una casualidad en el universo, ni una composición de elementos al azar toda la creación está dirigida a la santificación de la humanidad para la gloria de Dios, de la misma forma que el hombre por voluntad divina está destinado a imponerse y dominar a todo ser vivo sobre la tierra sin dejar por ello de darles el trato correspondiente como seres creados por Dios.
Gén 1:28  Y los bendijo Dios,  y les dijo: Fructificad y multiplicaos;  llenad la tierra,  y sojuzgadla,  y señoread en los peces del mar,  en las aves de los cielos,  y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Lev 26:9  Porque yo me volveré a vosotros,  y os haré crecer,  y os multiplicaré,  y afirmaré mi pacto con vosotros.
Sal 107:38  Los bendice,  y se multiplican en gran manera;  Y no disminuye su ganado.
Sal 107:41  Levanta de la miseria al pobre,  Y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas.
Isa 45:18  Porque así dijo Jehová,  que creó los cielos;  él es Dios,  el que formó la tierra,  el que la hizo y la compuso;  no la creó en vano,  para que fuese habitada la creó:  Yo soy Jehová,  y no hay otro.
Sal 115:16  Los cielos son los cielos de Jehová; Y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.
Stg 3:7  Porque toda naturaleza de bestias,  y de aves,  y de serpientes,  y de seres del mar,  se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;
Gén 9:2  El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra,  y sobre toda ave de los cielos,  en todo lo que se mueva sobre la tierra,  y en todos los peces del mar;  en vuestra mano son entregados.
Gén 1:29  Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla,  que está sobre toda la tierra,  y todo árbol en que hay fruto y que da semilla;  os serán para comer.
Gén 1:30  Y a toda bestia de la tierra,  y a todas las aves de los cielos,  y a todo lo que se arrastra sobre la tierra,  en que hay vida,  toda planta verde les será para comer.  Y fue así.
Gén 9:3  Todo lo que se mueve y vive,  os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes,  os lo he dado todo.
Sal 136:25  El que da alimento a todo ser viviente,  Porque para siempre es su misericordia.
Sal 145:15  Los ojos de todos esperan en ti, Y tú les das su comida a su tiempo.
Sal 147:9  El da a la bestia su mantenimiento,  Y a los hijos de los cuervos que claman.
Mat 6:26  Mirad las aves del cielo,  que no siembran,  ni siegan,  ni recogen en graneros;  y vuestro Padre celestial las alimenta.  ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Sal 145:16  Abres tu mano, Y colmas de bendición a todo ser viviente.
Gén 1:31  Y vio Dios todo lo que había hecho,  y he aquí que era bueno en gran manera.  Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
Gén 2:1  Fueron,  pues,  acabados los cielos y la tierra,  y todo el ejército de ellos.
Neh 9:6  Tú solo eres Jehová;  tú hiciste los cielos,  y los cielos de los cielos,  con todo su ejército,  la tierra y todo lo que está en ella,  los mares y todo lo que hay en ellos;  y tú vivificas todas estas cosas,  y los ejércitos de los cielos te adoran.
Gén 2:2  Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo;  y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Gén 2:3  Y bendijo Dios al día séptimo,  y lo santificó,  porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
Éxo 20:11  Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra,  el mar,  y todas las cosas que en ellos hay,  y reposó en el séptimo día;  por tanto,  Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.
Gén 2:4  Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados,  el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
Gén 2:5  y toda planta del campo antes que fuese en la tierra,  y toda hierba del campo antes que naciese;  porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra,  ni había hombre para que labrase la tierra,
Gén 2:6  sino que subía de la tierra un vapor,  el cual regaba toda la faz de la tierra.
Gén 2:7  Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,  y sopló en su nariz aliento de vida,  y fue el hombre un ser viviente.
Isa 64:8  Ahora pues,  Jehová,  tú eres nuestro padre;  nosotros barro,  y tú el que nos formaste;  así que obra de tus manos somos todos nosotros.
Sal 139:15  No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
Sal 139:16  Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
Gén 3:19  Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,  porque de ella fuiste tomado;  pues polvo eres,  y al polvo volverás.
Job 33:6  Heme aquí a mí en lugar de Dios,  conforme a tu dicho; De barro fui yo también formado.
Sal 103:14  Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
Ecl 3:20  Todo va a un mismo lugar;  todo es hecho del polvo,  y todo volverá al mismo polvo.
Rom 9:20  Mas antes,  oh hombre,  ¿quién eres tú,  para que alterques con Dios?  ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó:  ¿Por qué me has hecho así?
1Co 15:47  El primer hombre es de la tierra,  terrenal;  el segundo hombre,  que es el Señor,  es del cielo.
2Co 4:7  Pero tenemos este tesoro en vasos de barro,  para que la excelencia del poder sea de Dios,  y no de nosotros,
Job 33:4  El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida.
Jua 20:22  Y habiendo dicho esto,  sopló,  y les dijo:  Recibid el Espíritu Santo.
Isa 2:22  Dejaos del hombre,  cuyo aliento está en su nariz;  porque  ¿de qué es él estimado?
1Co 15:45  Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente;  el postrer Adán,  espíritu vivificante.
Dios crea el Edén con un propósito, en este lugar el hombre habría de ser educado e instruido en la doctrina de Dios para alcanzar la santificación ya que el hombre tendría que crecer espiritualmente para alcanzar tal gracia divina, por lo que el Edén era un especie de campamento para aprender la sabiduría de Dios, el cual contaba con innumerables regalos divinos para que el hombre se sintiera amado por Dios y sin necesidad alguna, colocando Dios los premios finales en el centro del Paraíso que son la Ciencia y la Vida Eterna, con los cuales se alcanza la divinidad, así una de las primeras cosas que se le enseña al hombre es el trabajo el cual Dios le muestra que es para edificación y para ser grato ante los ojos de Dios, después le da una orden de no comer el fruto de la ciencia esto para que el hombre aprenda que el camino fácil no siempre es el mejor, dado que el fruto existía y se encontraba ahí es porque sería otorgado al hombre, “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla,  que está sobre toda la tierra,  y todo árbol en que hay fruto y que da semilla;  os serán para comer.” Gén 1:29  pero este tenía que ser otorgado al hombre no arrebatado por él ya que la desobediencia a Dios desde la eternidad se castigaba con la muerte, por lo que Jesús y los ángeles conocían esta ley, el hombre acatara la orden por un tiempo, después con los animales se le enseña a no ser un ser solitario, a apoyarse sobre otros seres y a ejercer autoridad sobre otros seres, mas  Dios no encontró un ayudante ideal para el hombre por lo que creo un ser semejante pero complementario a él y que es la mujer, quien además le permitiría poder multiplicar a sus hijos.
Dios por todo lo anterior al crear el paraíso destino lo mejor de su creación al cuidado del Edén por lo cual elige al mejor de sus ángeles para proteger a su Santo Monte a su futuro pueblo santo, eligiendo a un Querubín perfecto, sabio y hermoso como ningún otro, el cual ninguno de los otros ángeles podía eclipsar, al cual vistió Dios con lo más precioso y que por ser el encargado de proteger a su más anhelado amor Dios le llamaría Querubín Protector o Lucero de la Mañana.
Gén 2:8  Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén,  al oriente;  y puso allí al hombre que había formado.
Eze 28:12  Hijo de hombre,  levanta endechas sobre el rey de Tiro,  y dile: Así ha dicho Jehová el Señor:  Tú eras el sello de la perfección,  lleno de sabiduría,  y acabado de hermosura.
Eze 28:13  En Edén,  en el huerto de Dios estuviste;  de toda piedra preciosa era tu vestidura;  de cornerina,  topacio,  jaspe,  crisólito,  berilo y ónice;  de zafiro,  carbunclo,  esmeralda y oro;  los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.
Eze 28:14  Tú,  querubín grande,  protector,  yo te puse en el santo monte de Dios,  allí estuviste;  en medio de las piedras de fuego te paseabas.
Eze 28:15  Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado,  hasta que se halló en ti maldad.
Eze 31:4  Las aguas lo hicieron crecer,  lo encumbró el abismo;  sus ríos corrían alrededor de su pie,  y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes.
Eze 31:5  Por tanto,  se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo,  y se multiplicaron sus ramas,  y a causa de las muchas aguas se alargó su ramaje que había echado.
Eze 31:6  En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo,  y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo,  y a su sombra habitaban muchas naciones.
Eze 31:7  Se hizo,  pues,  hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas;  porque su raíz estaba junto a muchas aguas.
Eze 31:8  Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios;  las hayas no fueron semejantes a sus ramas,  ni los castaños fueron semejantes a su ramaje;  ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura.
Eze 31:9  Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas;  y todos los árboles del Edén,  que estaban en el huerto de Dios,  tuvieron de él envidia.
Gén 2:9  Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista,  y bueno para comer;  también el árbol de vida  en medio del huerto,  y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
Apo 2:7  El que tiene oído,  oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.  Al que venciere,  le daré a comer del árbol de la vida,  el cual está en medio del paraíso de Dios.
Apo 22:2  En medio de la calle de la ciudad,  y a uno y otro lado del río,  estaba el árbol de la vida,  que produce doce frutos,  dando cada mes su fruto;  y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.
Apo 22:14  Bienaventurados los que lavan sus ropas,  para tener derecho al árbol de la vida,  y para entrar por las puertas en la ciudad.
Gén 2:10  Y salía de Edén un río para regar el huerto,  y de allí se repartía en cuatro brazos.
Sal 46:4  Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
 El santuario de las moradas del Altísimo.
Apo 22:1  Después me mostró un río limpio de agua de vida,  resplandeciente como cristal,  que salía del trono de Dios y del Cordero.
Gén 2:11  El nombre del uno era Pisón;  éste es el que rodea toda la tierra de Havila,  donde hay oro;
Gén 2:12  y el oro de aquella tierra es bueno;  hay allí también bedelio y ónice.
Núm 11:7  Y era el maná como semilla de culantro,  y su color como color de bedelio.
Gén 2:13  El nombre del segundo río es Gihón;  éste es el que rodea toda la tierra de Cus.
Gén 2:14  Y el nombre del tercer río es Hidekel;  éste es el que va al oriente de Asiria.  Y el cuarto río es el Eufrates.
Apo 9:14  diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates.
Gén 2:15  Tomó,  pues,  Jehová Dios al hombre,  y lo puso en el huerto de Edén,  para que lo labrara y lo guardase.
Sal 128:2  Cuando comieres el trabajo de tus manos,  Bienaventurado serás,  y te irá bien.
Gén 2:16  Y mandó Jehová Dios al hombre,  diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
Gén 2:17  mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás;  porque el día que de él comieres,  ciertamente morirás.
Rom 5:19  Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores,  así también por la obediencia de uno,  los muchos serán constituidos justos.
1Sa 15:22  Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas,  como en que se obedezca a las palabras de Jehová?  Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios,  y el prestar atención que la grosura de los carneros.
Rom 5:12  Por tanto,  como el pecado entró en el mundo por un hombre,  y por el pecado la muerte,  así la muerte pasó a todos los hombres,  por cuanto todos pecaron.
Rom 6:16  ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle,  sois esclavos de aquel a quien obedecéis,  sea del pecado para muerte,  o sea de la obediencia para justicia?
Rom 8:2  Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 7:11  porque el pecado,  tomando ocasión por el mandamiento,  me engañó,  y por él me mató.
1Co 15:56  ya que el aguijón de la muerte es el pecado,  y el poder del pecado,  la ley.
Gén 2:18  Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo;  le haré ayuda idónea para él.
Gén 2:19  Jehová Dios formó,  pues,  de la tierra toda bestia del campo,  y toda ave de los cielos,  y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar;  y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes,  ese es su nombre.
Sal 8:6  Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:
Sal 8:7  Ovejas y bueyes,  todo ello, Y asimismo las bestias del campo,
Sal 8:8  Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
Gén 2:20  Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo;  mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.
Gén 2:21  Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán,  y mientras éste dormía,  tomó una de sus costillas,  y cerró la carne en su lugar.
Gén 2:22  Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre,  hizo una mujer,  y la trajo al hombre.
Pro 18:22  El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.
Gén 2:23  Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne;  ésta será llamada Varona,  porque del varón fue tomada.
Gén 2:24  Por tanto,  dejará el hombre a su padre y a su madre,  y se unirá a su mujer,  y serán una sola carne.
Mat 19:6  Así que no son ya más dos,  sino una sola carne;  por tanto,  lo que Dios juntó,  no lo separe el hombre.
Efe 5:29  Porque nadie aborreció jamás a su propia carne,  sino que la sustenta y la cuida,  como también Cristo a la iglesia,
Efe 5:30  porque somos miembros de su cuerpo,  de su carne y de sus huesos.
Gén 2:25  Y estaban ambos desnudos,  Adán y su mujer,  y no se avergonzaban.
El giro negativo que sucedería después de Eva se suscitaría por una de las creaciones más hermosas de nuestro Señor en ese momento, el Querubín Protector, que se aprovecharía del libre albedrio y capacidad de tomar decisiones que Dios había otorgado a ángeles y personas por Amor a nosotros, por lo cual este ángel que se encontraba al cuidado de la humanidad comenzó a verse hermoso, y orgulloso llenándose de soberbia, deseo ser como Dios buscando usurpar el lugar de Dios, desarrollando un plan que llevaría a la muerte a lo más amado del señor que somos nosotros,
Sal 25:3  Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Ecl 7:29  He aquí,  solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.
Por palabra de Jesús sabemos que la Creación termino al sexto día más la obra y el Plan de Dios continúo ya que Dios tenia contemplada todas las posibilidades tras las decisiones de sus hijos, correctas e incorrectas.
Jua 5:17  Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja,  y yo trabajo.
Rom 8:19  Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
Rom 8:20  Porque la creación fue sujetada a vanidad,  no por su propia voluntad,  sino por causa del que la sujetó en esperanza;
Rom 8:21  porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción,  a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Rom 8:22  Porque sabemos que toda la creación gime a una,  y a una está con dolores de parto hasta ahora;
Rom 8:23  y no sólo ella,  sino que también nosotros mismos,  que tenemos las primicias del Espíritu,  nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos,  esperando la adopción,  la redención de nuestro cuerpo.

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